Té de dolor
El té como el dolor. Si se deja
dentro del agua mucho tiempo, amarga. El sabor deja de ser placentero y se
torna imbebible. Se deja de disfrutar cada trago y más allá de relajar y hacer
sentir bien, es difícil tomarlo. Sosteniendo esto, las instrucciones para sanar
el dolor serían simples también:
De tres a cinco minutos se llora. Se llora con todas las fuerzas posibles (en caso de ser necesario, consultando las instrucciones de Julio Cortázar). Dejar brotar sin escrúpulos la esencia del dolor. Convertir el vacío y la ansiedad en una infusión pura y a veces turbia puesto que está llena de sentimientos encontrados. Encontrado el tono deseado, se secan las lágrimas como se escurren las hojas, la pequeña bolsa o el filtro infusor. Se retiran lentamente y se depositan en un contenedor de desechos. El resto, se guarda en el corazón o en la memoria, un contenedor del pasado. A continuación, se bebe lentamente. Trago a trago se borra y disipa la incomodidad, la impaciencia y el cuerpo se relaja. Cuando enfría, el dolor ya no es más que un sabor en la boca, un sabor que con el tiempo desaparece.
Nota: Saber que se volverá a beber.
De tres a cinco minutos se llora. Se llora con todas las fuerzas posibles (en caso de ser necesario, consultando las instrucciones de Julio Cortázar). Dejar brotar sin escrúpulos la esencia del dolor. Convertir el vacío y la ansiedad en una infusión pura y a veces turbia puesto que está llena de sentimientos encontrados. Encontrado el tono deseado, se secan las lágrimas como se escurren las hojas, la pequeña bolsa o el filtro infusor. Se retiran lentamente y se depositan en un contenedor de desechos. El resto, se guarda en el corazón o en la memoria, un contenedor del pasado. A continuación, se bebe lentamente. Trago a trago se borra y disipa la incomodidad, la impaciencia y el cuerpo se relaja. Cuando enfría, el dolor ya no es más que un sabor en la boca, un sabor que con el tiempo desaparece.
Nota: Saber que se volverá a beber.