Y sí, más de una vez me desperté, sudando, con la duda en la espalda,
Me pregunté más de mil veces por qué el barco había encallado.
La tormenta no duró ni dos meses ni dos años; la tempestad,
Motejada por los marineros con la hipérbole de lo desfavorable,
Parecían mitigar los desastres que consigo arrastraba.
Aquel viento helado había congelado todo tipo de esperanza.
Más de una vez hizo que me preguntara;
Que cuestionara,
Esa realidad de aquello a lo que me enfrentaba.
Hablas de eso que ya no te es tan extraño y pretende ser.
Es esa duda obscura; es eso que te atormenta y poco a poco se concreta.
Se tropieza con la marea cambiante de tus intenciones y se convierte en certeza.
Es esa firmeza sobre aquello que se decía incierto.
Confirmarás la paradoja del lenguaje, el mito de lo escrito y el miedo de lo dicho.
Es un sueño que mar adentro,
Consuma tu idea y mitiga la duda del pensarte.
El quererte se vuelve riguroso, controlado y certero. La duda se disipa.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
I’ve loved another day.
Once, I fell for a poet. The second time around, he taught me to write things down, no matter how they sound. I learned to say things lik...
-
Once, I fell for a poet. The second time around, he taught me to write things down, no matter how they sound. I learned to say things lik...
-
Hay de esos, casi blancos. Días de luz; ésta se cuela entre las nubes e ilumina. Todo es blanco y no es gris. Está nublado pero son de esas ...
-
Sí, tú. Te hablo a ti. Así solía llamarte, ¿lo recuerdas? Quizá no lo hagas, fue hace mucho tiempo ya. Ya no hay inocencia ni dulzura e...